Capítulo 2
Resultado inesperado.
Fakir abrió los ojos lentamente, el reloj del colegio estaba sonando marcando la hora…
¿Pero qué sucedía? De pronto la habitación le parecía demasiado grande.
Se sentó… ¿en qué momento se había vuelto a acostar?
Dormir mal le había afectado, sin duda. Cerró los ojos nuevamente y se pasó una mano por la frente…
¡Pero no sintió su mano! Al abrir los ojos descubrió un ala frente a su rostro, ¡un ala con plumas negras! ¿Estaba todavía soñando?
-¡¿CUÁ?!
Se cubrió los labios al escuchar un graznido en lugar de un reclamo… ¡No! ¡Tampoco tenía labios!
Agitó la cabeza, se golpeó un par de veces contra el escritorio…
-¡Despierta, despierta! ¡Aún estás soñando!
Se repitió mentalmente por un tiempo que parecía una eternidad… pero al final, solo veía plumas al intentar mirar sus manos…
Desesperado, se dejó caer sobre el montón de papeles que se habían esparcido en el escritorio… recordó lo que había sucedido en la madrugada…
Buscó un poco, y encontró lo último que había escrito, que ahora estaba totalmente ilegible…
-Cuá ¬¬- el muchacho comprendió lo que había sucedido: de alguna manera, la magia de las palabras se había confundido al correrse la tinta… lo cual no era tan grave, solo debía volver a escribir un par de líneas y sería una persona otra vez.
Dificultosamente tomó la pluma con su ala derecha e intentó escribir…
¡¿Qué rayos?! ¡Lo único que obtenía al rasgar el papel con la punta de la pluma eran garabatos!
Desesperado, lo intentó una y otra vez.
Obteniendo los mismos resultados.
Volvió a caer exhausto sobre el escritorio, y se durmió.
Lo despertó el sonido de la puerta abriéndose… nunca lo había escuchado tan fuerte…
Abrió un ojo perezosamente y vió entrar a alguien desconocido incluso de vista… una mujer entrada en años que cargaba una escoba, un trapeador y una cubeta… vaya, nunca había reparado en el personal de limpieza del colegio.
Se puso de pie y la miró acomodar sus cosas, hacer la cama y volver a tomar la escoba.
Fue hasta entonces cuando sus miradas se cruzaron.
-¿Qué haces aquí?
-Esta es mi habitación, señora ¬¬- deseó responder Fakir al ver la nada amable expresión de la mujer.
-¡Fuera, anda! ¡No quiero plumas ni excremento de pato aquí!- agregó azuzándolo con la escoba desde donde estaba.
-No quiero irme.- pensó Fakir, y se sentó en el escritorio.
-Bien, no digas que no te lo pedí amablemente.
El chico entonces comenzó a preocuparse, la señora había empuñado la escoba y se dirigía hacia él… pensándolo bien, ¿a qué se quedaba?
Bajó de un salto del escritorio, pero su nuevo cuerpo resultaba algo complicado, y cayó de pico en el suelo. No tuvo tiempo de lamentarse, ni siquiera de maldecir, porque recibió un escobazo que lo mandó al otro lado de la habitación. Torpemente, movió cada uno de los músculos de sus patas y sus alas, y finalmente consiguió salir por la puerta medio abierta, habiendo recibido un par de escobazos más.
-Cua u.u
Suspiró tristemente mientras se sentaba exhausto, recargado en la pared.
¿Y ahora qué iba a hacer?
El reloj volvió a sonar… poniendo un poco de atención, Fakir pudo notar que marcaba el descanso entre clases…
¡Ahiru! ¡Ahiru lo estaría esperando en la fuente!
Se puso en pie, y caminó despacito hacia el lugar de sus encuentros… caminar al menos no era tan diferente…
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
¿Se imaginan qué traumático? ¡Despertar y descubrir que eres un pato! ¡Qué desesperación! Estos dos capítulos han tenido emociones muy intensas, la verdad es que al ponerme en lugar de Fakir puedo ver lo difícil que es la situación…
Gracias a Sarah por el primer review, espero no defraudarte.
El siguiente capítulo promete ser divertido, con lo despistada que es Ahiru…
miércoles, 22 de octubre de 2008
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