Capitulo IV
La Petición de Matrimonio
Un hombre de cortos rizos oscuros revisaba los documentos que aquella mañana le presentaría a Lord Capuleto mientras tomaba sorbos de su taza, era esta sin duda una empresa sumamente importante, pues bastaba mirarse al espejo por las mañanas para recordarse que era momento de tomar una esposa, por lo que, siendo tal el caso, que mejor que la hija de una de las familias mas importantes dela provincia, se sonrió un poco, era verdad que en términos tácticos sus familias estaban a la par después de todo el era un Conde y primo cercano del Príncipe por añadidura, sin embargo la situación actual no era digna de ignorarse.
Los problemas eran indiscutibles, los disturbios insoportables de manera que en honor a la verdad, fueran quienes fueran los gobernantes oficiales dela provincia, Él tenia lo suficientemente bien planeado su futuro como para caer en nimiedades de pequeñas complicaciones, la chica Capuleto era entonces una opción viable y sobre todas las cosas no implicaba un sacrificio.
De grácil cuerpo núbil la joven no era fea, educada dentro delas mejores costumbres sus modales eran perfectos, hija única, heredera testamentada de la fortuna de su familia, digno pendiente colgado de su brazo para presentar en la Corte, Si, aquello era sin duda un buen contrato, miro el reloj del estudio.
-Será mejor partir de una vez
Sonrió mirándose al espejo antes de abandonar el lugar dejando la taza sobre el escritorio.
A calles de ahí, en la mansión Capuleto, reinaba un ambiente de cuchicheada expectación, era un rumor a voces que el Conde Parys deseaba la mano de Julieta, la bella heredera de la familia, era de igual forma sabido que Lady Capuleto aprobaba con creces aquella unión, sin embargo Lord Capuleto no parecía estar tan de acuerdo y se aferraba a la idea de poner oídos sordos a los rumores.
Así, con tranquilidad y parsimonia caminaba por el pasillo de su morada pensando en el berrinche que acababa de presenciar cortesía de su adorada hija, quizá había algo de verdad en quienes decían que la tenia un tanto consentida, sin embargo ¿era acaso un pecado desearle una existencia tranquila y cómoda? Él se respondía decididamente que no.
Un pequeño persiguió un juguete frente a él y hubo necesidad de esquivarlo, mientras el niño se alejaba lo miro con detenimiento “habría sido mas fácil” pensaba convencido, un chico no armaría una rabieta por el color del vestido que tendría que usar...
-Estos botones son una burla!-
La atención de Lord Capuleto fue llamada por la indignada exclamación de un joven de largos y bien delineados rizos dorados que evaluaba con ojo experto un magnifico saco de gala carmín de bordados en dorado, que, en honor a la verdad parecía haber sido confeccionado con tela para cortinas aunque por las palabras del joven no era este el detalle que le había molestado.
-vamos hermano no es para tanto, luce elegante n.n
Sonrió una bella chica ala lado del joven, Lord Capuleto se entretuvo en observarlos con calma, de idénticos rizos, aquellos hermanos se compaginaban con sutil belleza, él, fuerte y orgulloso de cabellos dorados como un sol, ella, mística y hermosa de cabellos oscuros como una profunda noche.
-Es obvio Adriana querida que como tus perfectas virtudes son para ti innatas, la elegancia en la ropa en este caso es para ti un valor tan efímero que no lo sabes evaluar como es debido, No, estos botones lucen terriblemente en este...
Arrojo la prenda enfadado en brazos del acongojado sastre
-Vamos!-rugió-ve a ver como arreglas esto y da gracias a que mi hermana esta presente o escucharías verdades mas acordes con “eso”
Señaló, el citado personaje se retiro son sutileza
-Eres demasiado duro hermano, el hombre es el encargado de tus trajes siempre
-Lo se..lo se pero a veces creen que solo por ser favoritos uno se pondrá lo que le traigan
-Ser el sastre de Tybalt Capuleto no es cualquier cosa no lo crees?
Tybalt acaricio el rostro de su hermana con cariño, dedicándole una mirada asesina al joven noble que la había estado mirando interesado, como el otro no se inmutara, pronto se vio escoltado por dos jóvenes que respondían a los nombres de Fabio y Lucio, hacia uno delos solitarios rincones de la propiedad, Tybalt beso la frente de su hermana
-Tengo un asunto que atender querida nos veremos esta noche AH! Tío!
Hizo una reverencia ante el hombre que se acercaba pero castigar a aquel insolente era algo que no podía esperar para hacer, se despidió con cortesía y se marcho.
-Tío n.n
Sonrió la joven saludando con reverencia
-Adriana buen día, lista para el baile?
-Algo así n.n y mi prima?
-Bueno ...ella...
Mientras tanto en la habitación de Julieta...
-Que No!!
Una joven de largos cabellos rubios arrojo por quinta ocasión un vestido de magnifico carmín al suelo.
-Mi niña por favor mira es un vestido tan bello...
Una mujer de maternal constitución recogía el vestido con cuidado
-No me importa!! Estoy harta de ese color!!
-Por dios! deja de ser berrinchuda es el color de tu escudo, será un baile de gala debes vestir orgullosa de tu casa y estirpe
La regaño una seductora mujer de rubios cabellos y chispeante mirada.
-No quiero!!
-Julieta!!
-He dicho que no Madre
La bella mujer bufó y salió dela habitación, justo entonces un sirviente se le acerco con premura.
-Mi señora!! El Conde Parys esta en la sala con el Señor, ha traído títulos y una petición formal..
No bien había escuchado esto la mujer echo a correr rumbo al sitio, aunque al estar cerca menguo el paso recuperando su elegancia, aquello era un acontecimiento tal que básicamente todos los integrantes de aquel lugar estaba al pendiente.
Parys había colocado su mano familiarmente en el hombro de Lord Capuleto mientras le explicaba sus razones
-Comprenda usted tengo 30 años mi tiempo es ahora
-Querido amigo estoy sorprendido
-No será un sacrificio pues soy encantador
-No puedes negarlo
Sonrió Lady Capuleto entrando a la escena, el conde se apresuro a besarle la mano con respeto, ella miro afirmativa a su esposo, él no estaba tan convencido, Parys lo notó
-No debe temer pues adoro a su hija, no perderá al dármela, soy un buen partido
-Grave error es tomar un corazón que no esta listo...ella es tan tierna aún
-Madurara a mi lado, en una casa digna de ella, no sufrirá, y en cuanto a ustedes pagare sus deudas si tienen alguna, daré fiestas para honrarlos.
-Tendrá que esperar...
-Porque!!
Replicaron el Conde y Lady Capuleto a la vez
-Venga! Por favor, esta noche podrá verla, tened paciencia, un poco de paciencia, empiece por un baile y después... después ya veremos.. aún es joven
Sentenció, el conde tuvo que resignarse
-Que así sea entonces
Sonrió y tras despedirse con toda ceremonia se retiró, mientras salía Tybalt lo miró cruzar la puerta de salida
-Que tipo este, Julieta es demasiado para él-gruñó
-Tu crees? A mi me parece que en cuanto la conozca dejara de estar interesado
Recito Adriana jugueteando con un listón de su vestido
-Como has podido rechazarlo!!
Reclamó Lady Capuleto su marido la ignoró, caminaba con dolor de cabeza, al pasar por la habitación de su hija alcanzo escucharla exigir un vestido rosa, sonrió con tristeza.
-Julieta..
miércoles, 22 de octubre de 2008
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